Los traficantes de personas cometen uno de los delitos más inhumanos, ya que llevan a los más vulnerables por un camino de muerte y dolor para lucrar con sus vidas y su dignidad. Trabajar en la seguridad de los migrantes es una responsabilidad compartida que involucra a los gobiernos de México y de los Estados Unidos, así como a los de todo el hemisferio occidental.

Visité nuevamente los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas para conocer más a fondo el reto compartido de la migración irregular. Reafirmé que el trabajo conjunto es la mejor manera de proteger a los más vulnerables de los traficantes de personas y para desmantelar sus redes.
Gracias a la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, por primera vez contamos con una base regional que reconoce a la migración como un desafío compartido y que establece compromisos hemisféricos para abordar sus causas, expandir las vías legales y trabajar juntos contra los traficantes de personas.
La declaración conjunta EE. UU. – México que surgió del último encuentro entre los presidentes Biden y López Obrador, nos permitirá profundizar los compromisos de la Declaración de Los Ángeles para alcanzar acciones inmediatas y coordinadas. A su vez, daremos seguimiento al compromiso de establecer un grupo binacional para colaborar en vías de migración con fines laborales y la protección de los trabajadores, así como para convocar a un grupo de trabajo para abordar la migración infantil.
El gobierno del presidente Biden continuará trabajando con nuestros socios, así como con el sector privado en el sureste de México y Centroamérica para atender las causas fundamentales de la migración, y para generar prosperidad en la región, mientras construimos un sistema migratorio seguro, ordenado y humano que sirva para todos.