Buenas tardes.
Quiero comenzar agradeciendo a Rafael Sámano y a Joan Mitchell del Fondo de la Ópera del Met de Nueva York por invitarme a participar en éste magnífico evento. También quiero reconocer la participación del Maestro Alonso Escalante, Director Artístico de la Ópera de Bellas Artes, al igual que la presencia del talentoso tenor, el Maestro Francisco Arainza.
Me entusiasma el poder acompañarlos esta tarde. Este es el primer evento en el que participo, ya que llegué a México hace una semana para ser exactos.
Personalmente, pienso que la música es muy similar a la diplomacia. Ambas buscan conectar a las personas, creando vínculos que promueven el entendimiento tanto social como cultural.
Así que no pude haber encontrado un mejor lugar para inaugurar mi designación como nuevo Embajador más que aquí, un espacio donde convergen las artes con la diplomacia. Como todos sabemos, la música es parte de todas las culturas en el mundo; ésta nos es primordial. Desde una madre que canta canciones de cuna a sus hijos, a una pareja de novios caminando al altar, a los himnos en un funeral, la música nos acompaña toda la vida. La música es y ha sido un componente importante en los lazos culturales entre nuestros países.
Los mariachis y la música de banda se aprecian en ambos lados de la frontera. Estadios se llenan con mexicanos que disfrutan de artistas pop como Katy Perry; artistas mexicanos como Luis Miguel atraen a multitudes en los Estados Unidos. Hasta existen géneros musicales nacientes de una combinación de la cultura estadounidense y mexicana: la música Texana o Tex-Mex, y el rock chicano.
Intercambios culturales que van más allá de la música también han sido elementos importantes en nuestras relaciones. Por ejemplo, los grandes muralistas mexicanos de los años veinte y treinta. Diego Rivera, José Clemente Orozco, y David Alfaro Siqueiros tuvieron una fuerte influencia en artistas estadounidenses, como Jackson Pollock o Charles Alston.
Hoy en día, el talento artístico mexicano deslumbra al mundo entero, alcanzando los niveles más altos en una gran variedad de formas. Elisa Carrillo e Isaac Hernández son considerados entre los mejores bailarines de ballet a nivel mundial; el tenor Javier Camarena logró cantar tres bises en el Met, rompiendo la regla de la casa de ópera que solo a Pavarotti y Juan Diego Flórez se les había permitido.
En el cine, directores ganadores del Oscar como Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu, y Guillermo del Toro han cautivado audiencias en todo el mundo – cabe mencionar que del Toro recibió su estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood hace dos semanas. También, Daniela Soto-Innes y Gabriela Camarena han cosechado fama internacional por sus destacadas habilidades culinarias en Nueva York y en San Francisco.
Hoy, celebramos el talento mexicano operístico. Nos acompañan cuatro distinguidos cantantes que, en las primeras audiciones del Met en San Miguel de Allende, ganaron el derecho de debutar entre los mejores en las audiciones del Met en Nueva Orleans. Con el apoyo del Met, Efraín Corralejo, Denis Vélez, Gamaliel Reynoso, y Yunuet Laguna se encuentran en camino de convertirse en nombres célebres en el mundo de la ópera.
Quiero felicitar al Fondo de la Ópera del Met por voltear a ver a México y reconocer el talento que este país ofrece. No existe mejor inversión que invertir en el talento, especialmente en aquello que expresa lo mejor de la humanidad; aquel que hace que la gente sueñe, que tenga esperanzas y crea que todo es posible.
Continuemos creando esos vínculos y compartiendo nuestras riquezas culturales entre nuestros países. De nuevo, les agradezco a todos por reconocer el talento que existe en México y por darle oportunidad a estos jóvenes talentos de desarrollarse para que puedan compartir sus dones con el resto del mundo.
Muchas gracias.